Vos.

La noche no era suficiente para ellos. Por eso, inventaron la madrugada. Madrugada que traería consigo juegos impúdicos, pastillas alucinógenas y cien relatos para no dormir. 
Que no puedo dejar de pensar en vos es un tema sabido por todos. Yo digo que la culpa la tiene tu ardiente personalidad, tu virilidad pujante y esa voz deliciosa que posees, y que forma sonrisas parecidas a un arcoiris.Sos adictivo. 
Me haces sentir jodidamente feliz, y aun que a veces no te lo demuestre, te amo infinitamente.

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