- Tu nunca vas a estar sola. Te prometo que cambiaré y que pase lo que pase me tendras contigo, siempre a tu lado, dijo él.
Ella se estaba hundiendo y necesitaba desesperadamente algo a que aferrarse. Cualquier cosa, cualquier esperanza que pudiera mantenerla a flote.


Lo abrazó, y fingió creerle, quiso creerle, a pesar de que habia escuchado esa promesa miles de veces, y sabia que era la mayor mentira que habia inventado la humanidad.

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